Gritos en la madrugada
Nos gusta creer lo contrario, pero lo sabemos; nos decimos que el fútbol es de la gente, de nosotros los hinchas, pero en el fondo tenemos claro que no es así, que el fútbol hace tiempo es privado, un negocio más donde mandan los billetes y las corbatas, donde los sueños del potrero y de la cuadra ocupan cada vez menos espacio.
Y sin embargo.
Sin embargo, a veces llegan equipos que nos devuelven la esperanza y nos reconcilian con el fútbol, porque parecen encarnar el deporte visto a través de los ojos de tantos niños que soñamos con ser futbolistas profesionales. Equipos con ganas, alegría, amor propio y amor por el juego, entrega, valentía y deseos de gloria. Con los pies en la tierra y los ojos en el cielo.
Equipos como la selección femenina de fútbol de Colombia.
